La metalistería en Baena se relaciona actualmente con las tradiciones de Semana Santa al mantenerse de forma exclusiva al servicio de cofradías y hermandades. La realización de los objetos más demandados, entre ellos cascos de judío, permiten al artesano poner en práctica técnicas decorativas como el remetido (realización de motivos con un cincel de punta roma para evitar que se corte la lámina) y el embutido (repujado por el anverso sobre un cuerpo ya en relieve), pero también otras como el puntillado o técnica realizada desde el reverso de la pieza para obtener motivos a base de puntos en relieve por el anverso; la decoración incisa, consistente en la incisión con un buril sobre la pieza y bajo un soporte firme que sujete el objeto, o el estampado que se lleva a cabo mediante la presión a golpe de martillo sobre el reverso de la lámina con un punzón metálico en cuyo extremo se encuentra el dibujo que se quiere reproducir en relieve. 

A pesar de ser un trabajo que puede realizarse a lo largo de todo el año, se concentra fundamentalmente en los tres meses anteriores a la Semana Santa, pues aumentan las demandas de cascos de romanos y judíos «coliblancos» y «colinegros», así como de fondos o estructuras circulares de metal dorado para los tambores que inundarán las calles de la ciudad dando vida a una tradición de siglos.