La Pasión según Baena
Una genuína forma de vivir la Semana Santa
Los judíos colinegros en uno de los momentos más singulares de la escenificación del prendimiento del Nazareno en la mañana del Viernes Santo.
Atronar de tambores y cromatismos infinitos definen la Semana Santa de Baena
La singularidad de sus desfiles penitenciales la convierten en una celebración única.
Reconocida mundialmente, su esencia consiste en una peculiar forma de expresar la Fe de un pueblo. El toque de tambor en Baena es un constante en la semana mayor por excelencia y la la principal característica que la convierte en una de las fiestas más renombradas de España.
El sonido del tambor de las turbas de judíos, los coliblancos y los colinegros, marca el devenir de la Cuaresma y la Semana Santa de Baena, que se desarrolla entre la rectitud de los desfiles y sus particulares «pasos» o escenificaciones. Éstas son unas representaciones evangélicas con reminiscencias de los autos sacramentales que, desde el Barroco hasta nuestros días, han permanecido invariables al amparo de la tradición. Cada una de las cofradías baenenses debe entenderse como un compendio de distintas hermandades y cuadrillas que se unen en un mismo desfile para demostrar su devoción a las imágenes sagradas a las que rinden culto.
Esta festividad no sería la misma sin la figura del judío, el colorido de sus vestimentas y el sonido de su tambor que, siguiendo los dictados de la tradición, se elabora desde hace siglos en los talleres de los artesanos. Visitar los templos y conocer el intenso trabajo de sus hermandades y cuadrillas es la mejor manera de empaparse de la esencia de una celebración que en Baena tiene un carácter y un vocabulario propio.