Un excepcional patrimonio arqueológico
Los vestigios de la civilización romana son muy abundantes en el entorno de Baena.
Situados en zonas muy próximas al casco urbano de la ciudad o bien en plena Campiña, los yacimientos que conforman la carta arqueológica local tienen una gran importancia para el estudio del pasado romano de una de las provincias más relevantes del Imperio: la Bética.
El pasado milenario del término municipal de Baena se refleja ampliamente en sus numerosos yacimientos arqueológicos. Desde la Prehistoria a la Edad Media los vestigios que hoy se exponen en el Museo Histórico son una fiel muestra del devenir histórico de la comarca. De entre ellos, los que se muestran en las salas dedicadas a la antigua Roma destacan sobre el resto tanto por su calidad artística como por su propia abundancia. Estatuas realizadas en finos mármoles, amplias colecciones numismáticas, epigrafías funerarias o un sin fin de amuletos, lucernas, ánforas y otros elementos menores nos aproximan al devenir histórico de las ciudades que existieron en el cerro del Minguillar, en el de los Molinillos, en Izcar y, sobre todo, en Torreparedones, el yacimiento arqueológico por excelencia de Baena. En este enclave se conservan unas termas monumentales, la red viaria que organizaba la urbe, el mercado y los edificios más representativos del Foro de donde proceden piezas tan excepcionales como la thoracata o la cabeza de Augusto que acompaña a estas líneas. Toda una muestra del esplendor que la cultura romana tuvo en esta tierra.