Un mar de olivos
Las suaves ondulaciones de los campos de olivares baenenses se pierden en el horizonte buscando las últimas estribaciones de la Penibética.
Un inmenso paisaje de color verde y plata caracteriza el entorno de Baena
EL OLIVAR ES EL PRINCIPAL CULTIVO DE TODA LA COMARCA
Las condiciones edafológicas, el esmero en el cultivo y la cuidada selección del fruto del olivar producen en Baena un aceite de excelente calidad amparado por la Denominación de Origen Protegida (DOP) que lleva el mismo nombre de la ciudad.
La superficie inscrita en los Registros del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Baena es de 60.000 hectáreas de olivar. Tanto la orografía de la Comarca como su constitución geológica es muy variable. Las suaves ondulaciones de la Campiña contrastan con las encrespadas pendientes de la Penibética en el sur. Los suelos son generalmente calizos, con alto contenido en carbonato cálcico, por lo que el olivar encuentra en esta zona un medio óptimo para su perfecto desarrollo. El clima de la Comarca alterna los inviernos suaves con los veranos no excesivamente calurosos, favoreciendo la presencia de diferentes variedades de aceituna: Picuda, considerada la variedad principal de nuestra denominación, Hojiblanca, Picual, Lechín Chorrúa o Pajarero entre otras.
La Comarca de Baena es una zona de acreditada tradición olivarera. Huellas prerromanas, romanas y árabes así lo atestiguan. Baena llegó a ser una encrucijada de vías hacia los vastos graneros de la Bética. Los árabes extendieron el cultivo del olivar. Posteriormente, las gentes de esta tierra supieron elegir el olivo que mejor se adaptaba al suelo y clima de la zona, el Picudo.
Gracias a la experiencia de nuestras gentes, contamos con una larga tradición en la elaboración del Aceite de Oliva, que miman el producto desde el inicio de proceso, con el cuidado del olivo y más tarde la recogida de la aceituna, hasta la extracción del aceite en nuestras almazaras.
La importancia del olivo en nuestra Comarca es enorme, no sólo por la cantidad de hectáreas de tierra destinadas a su cultivo, sino también por la estrecha relación que el hombre de esta zona ha mantenido desde siempre con este árbol mediterráneo.